Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿IMPERFECCIONES?
Como tantas veces me sucede, ayer, en vísperas, me despisté por un instante y, aunque mis labios seguían cantando, mi mente divagaba por no sé dónde.
Estos despistes son tan humanos… Lo que pasa es que cuando nos sucede en el trabajo o en el estudio, uno vuelve hacia atrás y recupera la concentración por donde se había quedado. En cambio, en el coro, como estamos rezando todas juntas, no me queda más remedio que continuar adelante al ritmo de todas.
A veces me da rabia, porque pienso en esa Palabra del Señor que me estoy perdiendo, o me enfado conmigo misma por despistarme en lo más importante… Sin embargo, ayer el Señor me regaló una Palabra que me llenó de paz ante mis imperfecciones.
De pronto, me vi a mí misma diciéndole al Señor: “Cantar es devolverte en alabanza el don que Tú mismo me has dado”. Es decir, no se trata de perfeccionismos, ni tampoco de buscarse a uno mismo, sino que, más bien, se trata de alabar al Señor con lo que Él mismo me ha dado.
Cada vocación trae consigo unas determinadas acciones: el médico sana, el docente se dedica a formar y enseñar, el padre procura hacer crecer y madurar, el que tiene el don de escribir transmite ideas atractivas de forma ordenada, el que sabe dibujar plasma en imágenes el reflejo de lo que lleva dentro…
A todos el Señor nos ha dado unos determinados dones para poder llevar a cabo la vocación que nos encomienda. Y nuestro descanso está, no en alcanzar el grado máximo de perfección, sino más bien en que “la práctica” de esos dones sea una alabanza al mismo Señor que nos los dio.
¡Qué diferente se vive la vida! Es el giro del amor, que da sentido hasta a las cosas más pequeñas, y que nos eleva la mirada, haciéndonos reconocer de dónde nos viene tanta gracia.
El don más grande que hemos recibido es la salvación realizada por Cristo. Y ahora está en nuestra libertad elegir acogerla y vivir de ella.
Hoy el reto del amor es devolver una alabanza al Señor practicando el don que Él mismo te ha dado.
VIVE DE CRISTO