El sacerdote, chef, locutor de radio y televisión, P. Leo Patalinghug, asistió al Congreso Eucarístico Nacional en Estados Unidos para hablar sobre la poderosa presencia de Jesús en la Eucaristía.
El sacerdote, chef, locutor de radio y televisión, P. Leo Patalinghug, asistió al Congreso Eucarístico Nacional en Estados Unidos para hablar sobre la poderosa presencia de Jesús en la Eucaristía.
Del 17 al 21 de julio, se realizó en Indianápolis el Congreso Eucarístico Nacional, un evento de 5 días que buscó fortalecer la fe y el amor por la Eucaristía en el país.
Durante el congreso, el fundador de Plating Grace y presentador de «Savoring Our Faith» en EWTN explicó la importancia de comprender la sacralidad de la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía.
El sacerdote mencionó que «incluso los satanistas» entienden la presencia eucarística de Jesús y «son enviados en una misión para entrar en nuestras iglesias y robar la Eucaristía para profanarla».
Además, indicó que debido a su sacralidad, los «ministros extraordinarios de la Eucaristía» deben prestar mucha atención y «darse cuenta de cuán poderoso es el sacramento que sostienen en sus manos y asegurarse de que se trate con dignidad».
«Eres lo que comes y si tomamos eso en serio, entonces lo que recibimos se supone que debe transubstanciarnos, debemos cambiar nuestra sustancia desde adentro, de pecadores a alguien que busca ser un santo».
Estas fueron las palabras del padre Leo:
«¿Es interesante, hermanos y hermanas, que tantos católicos no entienden la Presencia Real de Cristo, pero los satanistas sí?
De hecho, son enviados en una misión para entrar en nuestras iglesias y robar la Eucaristía para profanarla, por eso tenemos que estar realmente atentos como ministros de la Eucaristía.
Pero también asegurarnos de que nuestros laicos, si están comisionados como ministros extraordinarios de la comunión, no piensen que es solo un trabajo bonito, y que solo están repartiendo un regalo.
No, no, no. Tienes que darte cuenta de cuán poderoso es el sacramento que sostienes en tus manos y asegurarte de que se trate con dignidad porque mamá y la Madre Iglesia tienen razón: eres lo que comes.
Y si tomamos eso en serio, entonces lo que recibimos se supone que debe transubstanciarnos, debemos cambiar nuestra sustancia desde adentro, de pecadores a alguien que busca ser un santo”.
¡Oh Sacramento Santísimo, oh Sacramento Divino, toda alabanza y toda acción de gracias sean en todo momento tuyas!