Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
TRABAJANDO A FAVOR DE LA GRACIA
Mi jardín está completamente “selvático”, lleno de cardos que casi sobrepasan mi estatura y todo tipo de plantas verdes que campan a sus anchas.
La falta de tiempo, o la necesidad de sacar otras cosas adelante, han hecho que estos últimos meses no pudiera mantenerlo más cuidado. Pero, de vez en cuando, sí que me gusta ir a verlo. Porque, entre esos hierbajos, yo sé bien dónde hay plantadas algunas flores, dónde están los rosales o las adelfas…
Así que, cuando paso por ahí, me sumerjo entre las hierbas para observar cómo crecen las flores.
Ayer vi, entre la maleza, que unas preciosas hortensias dejaban ver la intensidad del color de sus flores. ¡Unas flores tan bonitas y que hayan crecido ahí en medio! Y en ese momento me dije a mí misma: “Tengo que sacar un hueco para cortar aquellas hierbas”.
El ver que mi jardín daba buenas flores suscitó en mí la necesidad de cuidarlo más, para que todo el que pase por ahí pueda disfrutarlo.
El jardín siempre es imagen de cómo está nuestro corazón. Y es que, en realidad, todos tenemos flores preciosas en nuestro huerto, pero a veces quedan ocultas por las “hierbas” de alrededor. Es ahí donde es necesario trabajar un poco para que nuestra vida muestre las flores que ha plantado el Señor en nosotros.
Él es quien las planta y quien las hace florecer con Su Palabra, sembrada cada día en nuestro corazón. Él es quien nos trabaja y nos ara la tierra con la cruz de los diferentes acontecimientos que nos sobrevienen… pero nuestra parte es querer trabajar a favor de la Gracia. Esto es: acogiéndola, no dejándonos vencer, volviéndonos cada día a Él, dejándonos interpelar cada día…
Hoy, el reto del amor es trabajar a favor de la Gracia. Él cada día derrama la lluvia de gracias sobre nuestra vida y hace salir el sol de Su Amor sobre todos. Lo nuestro está en perseverar en Él. La huerta es un trabajo perseverante; el corazón también necesita esa perseverancia en el Señor.
VIVE DE CRISTO