Nuestros tiempos y nuestros días descansan en tus manos, y sabemos que aun en la angustia, tú tienes un plan para nuestro beneficio y la glorificación del reino. Ayúdanos a confiar en ti en esos momentos y llenarnos de una paz abrumadora.

Amado Dios, ni siquiera puedo imaginar qué sería de mi vida sin todos los regalos que Tú me brindas a diario. Hoy lleno de devoción y alegría quiero darte gracias porque me bendices, me iluminas y me proteges.

Mi vida es plena y dichosa gracias a Ti. Cada día que pasa te necesito más junto a mí, por favor nunca te apartes de mi camino.

Señor, te pido que en este nuevo día me regales esperanza para no llenarme de temor en los momentos de dificultad, fe para saber que Tú me proteges aun en medio de la más fuerte de las tormentas y por favor llena mi corazón de tu dicha y de tu paz.

Permite, amado Señor, que cada decisión que yo tome esté llena de tu amor y dame la sabiduría necesaria para aceptar que tus tiempos y tu voluntad es perfecta, que mi deber es entregar cada día lo mejor de mí y que los milagros que espero en mi vida habrán de llegar en su preciso momento. Gracias, Señor, por un hermoso fin de semana más.
Amén.

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