«Señor Jesús, que revelaste a Santa Margarita María tu Corazón apasionado de amor por todos y cada uno de los hombres en particular. Tú nos invitas a beber de la fuente de tu Corazón que hoy permanece abierto más que nunca.
En este sacramento del Amor que es la Eucaristía,
Te ofrecemos nuestros trabajos y cansancios; que encontremos en Ti nuestro descanso.
Te presentamos nuestros sufrimientos y heridas: consuélanos y cúranos.
Te mostramos nuestra dureza de corazón: haznos mansos y humildes.
Ponemos ante ti nuestras ingratitudes e indiferencias: que te devolvamos amor por amor.
Te expresamos nuestra sed de amarte y anunciarte: envíanos el poder de tu Espíritu Santo.
Señor, nos consagramos a Tu Corazón, horno ardiente de caridad (hacemos un breve silencio).
Haznos instrumentos que atraigan los corazones a tu Amor. Haznos arder en tu amor compasivo que nos haga testigos ante el mundo de este Corazón que nos ha amado tanto. Amen.»