Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LA ANTORCHA
Este año es año de juegos olímpicos y serán en París. Ayer me enviaron una fotografía muy especial: la llama olímpica había llegado a Lourdes, y corrió por todo el recinto. El significado de su paso por el Santuario, señalan desde el complejo espiritual francés, “muestra también que cada ser humano es mirado y considerado ‘como una persona’, como decía Bernadette de la forma en que la Señora la miraba durante las 18 apariciones de la Virgen María en la Gruta de Massabielle”.
A mí, personalmente, por mi historia con el deporte y lo mucho que luché y entrené por tener un lugar en las olimpiadas, este acontecimiento me ha llegado muy dentro. Me ha impresionado ver unida la llama olímpica con la Virgen de Lourdes.
Cuántas horas entregadas al deporte, con esfuerzos y renuncias, como dice San Pablo, por una corona que se marchita. Porque todo pasa, y todo ese esfuerzo que realizas para llegar a una competición, aún ganándola, la corona te dura solo lo que dura el pódium. Luego te queda la pregunta: ¿ahora qué? Seguir para… algo que se marchita. Pero la verdad es que no escatimé esfuerzos, porque creía que allí estaba la felicidad.
Ahora nuestro entrenamiento es para algo que no se marchita. Luchamos, entrenamos, renunciamos, pero por algo que dura siempre, como es la vida eterna. Porque ahora nuestra mirada está puesta en el Cielo. Con la mirada puesta en Jesús, la pregunta de: ¿ahora qué? tiene respuesta. Ahora la vida eterna.
En este camino al Cielo no estamos solos. Jesús va delante, abriendo camino, mostrándonos los obstáculos, animándonos cuando ya no tenemos fuerzas. Porque la meta que tengas en tu vida va a marcar tu felicidad. Muchas personas te han pasado la antorcha de la fe y ahora eres tú el que tiene que correr con ella para pasarla a otras generaciones.
Hoy el reto del amor es encender tu antorcha, mirar a Jesús y confiar en Él. Tú en tus fuerzas no vas a poder, pero si le dejas, Él va a ser fuerte en ti y te ganará la olimpiada.
VIVE DE CRISTO