20 de Mayo
Como en muchos mártires de los primeros tiempos, se conjugan en Áurea la historia y la leyenda. Hubo una mártir de este nombre en la ciudad de Ostia, cercana a Roma y puerto de la Urbe. Esto lo sabemos con certeza porque nos llega de inscripciones antiguas, como uno de los manuscritos del Jeronimiano, y también de los menaios (listados litúrgicos mensuales) griegos. En griego es llamada Chryse, que es el mismo nombre latino de Áurea (=de oro), traducido al griego. Por ejemplo, leemos en uno de ellos el siguiente dístico:
Arrojada fue Áurea a lo profundo del mar.
Limpia sube la esposa al tálamo celeste.
La tradición recogida en sus actas legendarias cuenta efectivamente que fue arrojada al mar con una piedra al cuello, y los cristianos recuperaron luego (milagrosamente, como es propio de este género de narraciones) su cuerpo. En todo ello hay siempre vestigios de hechos realmente ocurridos, aunque las actas carezcan históricamente de valor.
En su honor se construyó en la misma Ostia una basílica, quizás en la que fuera su vivienda, como es el caso de muchas basílicas martiriales antiguas. Este edificio fue restaurado por el papa Sergio a fines del siglo VII, y es posiblemente la base de la suntuosa iglesia que se le dedica en el lugar el 1400. que es a su vez la antecesora de la actual iglesia de Santa Áurea, catedral de la diócesis suburbicaria de Ostia.
Lamentablemente no podemos saber ni siquiera aproximadamente a qué año o persecución corresponde su martirio, que en las actas se adscriben (incorrectamente) a Claudio el Gótico, año 269. Aunque ha estado constantemente inscripta el 20 de mayo, también se ha duplicado su nombre en otras fechas; la más tradicional es la del 24 de agosto, donde se la inscribía en el antiguo Martirologio Romano junto a otros mártires.
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