Este viernes 19 de abril, el Santo Padre recibió en audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano a más de seis mil estudiantes de la Red Nacional Italiana de las Escuelas de la Paz. A los jóvenes el Pontífice los invitó a rezar por sus coetáneos en Ucrania y Gaza, y los animó a ser “artesanos de la paz”.
Vatican News
Fueron más de 6.000 niños y niñas, de 137 escuelas y de 94 ciudades italianas, que pertenecen a la Red Nacional de las Escuelas de la Paz, comprometida a educar a los jóvenes sobre la paz, la justicia, la ciudadanía, los derechos humanos y la responsabilidad, quienes se reunieron la mañana de este viernes 19 de abril en el Aula Pablo VI del Vaticano, para encontrar al Papa Francisco.
Durante un animado discurso en el que pidió repetidamente respuestas a los estudiantes, el Santo Padre hizo un llamamiento especial para poder recordar a los niños afectados por la guerra y los conflictos, especialmente a los niños de Ucrania «que han olvidado cómo sonreír», y a los niños de Gaza, “asesinados a tiros” y que pasan hambre.
Un camino ‘lleno de ideas’
El Papa Francisco comenzó su discurso agradeciéndoles por su camino “lleno de ideas” que tienen como objetivo promover “una nueva visión del mundo”. Asimismo, el Pontífice les agradeció “por estar llenos de entusiasmo” y por su compromiso apasionado y generoso para trabajar por un futuro mejor.
De cara a la Cumbre del Futuro del próximo otoño, organizada por la ONU en Nueva York, el Santo Padre dijo que la contribución de los jóvenes es necesaria para garantizar que las resoluciones hechas en el papel se vuelvan “concretas y realizadas a través de caminos y acciones para el cambio”.
Y refiriéndose a la iniciativa italiana “Transformar el futuro: por la paz, con cuidado”, el Papa desafió a los niños y niñas a ser “protagonistas y no espectadores del futuro”. Esto, dijo, requiere redes, conexiones y que las personas puedan trabajar juntas en sinergia y armonía.
Un sueño colectivo
Asimismo, el Papa Francisco advirtió que los desafíos actuales son verdaderamente globales, afectan a todos y requieren “la valentía y la creatividad de un sueño colectivo que anime un compromiso continuo para afrontar juntos las crisis ambientales, económicas, políticas y sociales que atraviesa nuestro planeta”.
Ante este desafío, el Pontífice dijo que “es un sueño que requiere que estemos despiertos, y no dormidos”, e insistió en que tales sueños se realizan a través de la oración, “es decir, junto con Dios, y no solo con nuestras propias fuerzas”.
Además, el Santo Padre destacó dos palabras clave al centro de su discurso: “paz” y “cuidado”. Estas dos ideas están interconectadas, dijo, y explicó que la verdadera paz no es sólo la ausencia de violencia sino un “clima de buena voluntad, confianza y amor que pueda madurar en una sociedad basada en relaciones de cuidado”.
Artesanos de la paz
Y dirigiéndose a los jóvenes con profundo afecto, el Obispo de Roma los invitó a hacer su parte para promover la paz en nuestro mundo.
“En este tiempo todavía marcado por la guerra, les pido que sean artesanos de la paz; en una sociedad aún prisionera de la cultura del descarte, les pido que sean protagonistas de la inclusión; En un mundo atravesado por crisis globales, les pido que sean constructores de futuro, para que nuestra casa común se convierta en un lugar de fraternidad”.
Finalmente, el Papa Francisco hizo un llamamiento a los estudiantes a oponer una actitud de indiferencia a una actitud de atención, invitándolos a “preocuparse siempre por el destino de nuestro planeta y de sus semejantes” y “por el futuro que se abre ante nosotros, para que realmente sea como Dios lo sueña para todos: un futuro de paz y belleza para toda la humanidad”.