Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UNA EXPLOSIÓN DE COLA
Hace unos días, fui a abrir una lata de Coca-Cola con tal desatino que se me cayó de entre las manos. Pensé que, como apenas había sido un leve movimiento, no sucedería nada. Pero no acerté. Nada más abrirla, con tan solo una rendija… ¡comenzó a salir espuma por todas partes! Se cayó todo al suelo, y peor aún, me puse el hábito…
Mientras lo limpiaba, estuve pensando que esa lata es como la ira. La ira es una pasión, como otras que guardamos en nuestro interior. Y, como todo lo que guardamos en el corazón, aunque aparentemente no se exteriorice, la realidad es que está ahí. Y basta con tan solo un toquecito que nos desinstale levemente, para que uno estalle como una bebida con gas cuando se agita un poco.
Esa lata me recordó mi condición de pobre. Porque así somos todos en realidad. Tendremos unas pasiones u otras, pero la realidad es que todos somos pobres.
Muchas veces trabajamos mucho en nuestra apariencia externa. Y ciertamente, es importante crecer y madurar humanamente. Pero la pasión brota desde el interior, y que sepamos contenernos no significa que esté curada.
Solo Cristo puede curar desde dentro, porque solo Su Espíritu Santo conoce nuestro ser hasta el fondo, hasta el inconsciente… En realidad, una pasión habla de una herida en el corazón, de algo que nos hace sentir pobres, pero que nosotros rechazamos y ese mismo rechazo se arroja hacia afuera de mil maneras.
Cristo, en cambio, lo que hace es amarnos en nuestra pequeñez, hacernos bienaventurados precisamente por ser pequeños. Y la experiencia de Su Amor precisamente ahí nos hace libres, y expulsa afuera todos esos “aires de grandeza” que nos hinchaban por dentro.
Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Él quiere sanar nuestro corazón hasta lo profundo. Solo necesita que le dejemos hacer, que acudamos a Él, como acudían tantos para ser sanados. Así, podrá hacer Su obra en nosotros.
Hoy el reto del amor es acudir al Médico que quiere curarnos. Que nuestra pobreza no nos asuste, pues es el canal por medio del cual le dejamos a Él pasar a través de nosotros.
VIVE DE CRISTO