Mi pequeñito,
Yo quiero gritarte Mi Amor.
Acepta que te amo.
Tú no conoces la grandeza, la altura,
la anchura y la profundidad de Mi Amor.
El Amor que tengo por cada uno de Mis hijos de la tierra no tiene límites. Persigo a cada uno de ellos para expresarles,
para hacerles saborear Mi Amor.”
Jesús te invita a escucharlo con atención, porque Él te necesita; Él necesita descansar en ti y hacer de ti Su verdadero Hogar.
Él tiene torrentes de Amor sólo para ti,
y quiere derramarlos en tu corazón
y al mismo tiempo en todos tus seres queridos. Tómate el tiempo para dejarte amar hoy y saborear Su Amor.
Su Amor comenzará a transformar tu corazón. Esto es lo esencial.
Lo demás es secundario.
Mi buen Jesús
Yo estoy en comunión de corazón
y de espíritu Contigo, aquí estoy.
Confío en Ti.
Yo creo en Tu Gran Misericordia
que me acoge aun cuando no soy digno de Tu Amor.
Yo creo en Tu Amor que me ama divina, tierna y locamente.
Yo creo en Tu Bondad que sólo espera mis SÍES
para colmarme de gracias y bendiciones.
Te agradezco por hacer de mi corazón Tu Hogar.
Amén.
Sí Señor, yo soy pequeño, Tú eres Misericordia.
Sí Señor, yo sé que Tú me amas, Tú eres Amor.
Sí Señor, yo acojo Tus Gracias, Tú eres Bondad.
Porque el Amor te ama, ¡te conviertes en el Amor!