Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo.– Fijar la mirada en el Niño Dios, en el amor, es volver a lo esencial, es el mensaje de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, en la Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad en Cancún.
La sociedad, la familia debe de evitar distraerse en el consumismo en hacer compra compulsivas, cosas, regalos con frenesí, precisó.
San Francisco de Asís, montó el primer pesebre hace 800 años, en lo que hoy es el Santuario de Greccio en una cueva incrustada en una saliente de los montes Sabinos a 665 metros de altitud, con el objetivo de reproducir un Belén y contemplar la austeridad, pobreza, sencillez, encanto, el amor de la escena de la Navidad con San José, la Virgen, el buey, el burro, los pastores, los sabios de Oriente, una escena entrañable, recordó.
Si bien, es bueno comprar regalos, pero sin dejarse el frenesí, de llegar a la fiesta a comer, beber, si no, dar el sentido profundo, hermoso, austero de la Navidad, en el amor que representa el nacimiento, y no de llenarse de todo lo que venden las plazas, como bastones de caramelos, monos de chocolate, soldados que nada tienen que ver con la celebración. No podemos permitir que nos invadan tradiciones extranjeras como el reno Rudolph que nada tiene que ver el pesebre, en el hogar, con la presencia del Niño Dios, la Virgen, San José, del amor de Cristo, de los santos peregrinos, continuó.
Invitó a todos que antes de iniciar la cena, recen un Padrenuestro, Ave María, se encomienden para que el Señor esté presente, porque donde dos o tres se reúnen en su Nombre, ahí está Él, en medio. Recomendó leer el Evangelio de San Lucas 2, 2–20, que narra el nacimiento de Jesucristo en Belén, de los pastores, Sabios de Oriente, una narración entrañable, antes de cenar, beber, ayudará a comprender el sentido de la Navidad, el amor tan grande que Dios nos tiene y poder acompañarlo, con alegría, gozo, felicidad.
La Misa de Adviento, Nochebuena, Navidad, ayuda a prepararse mejor y con mayor intensidad, como lo hiciera María Santísima, cuando responde al Ángel –he aquí la esclava del Señor, hágase de mí, según tu Palabra–. En este sentido deberíamos seguir su ejemplo de obediencia en la fe, para que Dios, obre maravillas, ayudándonos a resolver nuestros problemas, dificultades, confiando en Él. Hay que tener mucha fe, como nos enseña la Virgen que creyó, al obtener la respuesta del Ángel –lo que es imposible para los hombres, para Dios no hay nada imposible–, ese es el mensaje, ante cualquier problema, dificultad, situación, enfermedad, hay que dejar en sus manos, que Él, obre el milagro a ejemplo de la Virgen Santísima.
Finalmente lamentó los hechos violentos sucedidos la víspera de Nochebuena en Tabasco, donde todos debiéramos hacer lo posible para impedir estas cosas y no repetirlas. Dijo que la solución es la conversión, que es responsabilidad tanto de los infractores, como de custodios, las familias, hacer que en Navidad no se den hechos violentos, y poder estar en paz, alegría, gozo, unión. Es hacer una tregua, Remarcó la lección que nos da el Papa Francisco que no se cansa repetir –ya bajen las armas, con la guerra, violencia todos perdemos, la violencia engendra violencia–. Escuchar el mensaje de la Navidad, -Gloria a Dios en el cielo y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad–, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.