Cancún, Quintana Roo.– Un fin de semana histórico, vivió la comunidad a 400 años del milagro de la Virgen de San Juan de los Lagos y su hermosa réplica, la parroquia Virgen de San Juan, ubicada en el fraccionamiento Paraíso Villas, Súpermanzana 501, Manzana 17, lote 12, en Cancún.
Tras la visita pastoral de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C., obispo de la Diócesis Cancún, a la que acudió para realizar la consagración del Altar del recinto sagrado.
Un momento histórico, fervoroso de mucha espiritualidad, solemnidad y emotividad, en la consagración del altar y el depósito de las reliquias de los mártires y la Con Celebración de la Santa Misa, para agradecer a Dios por tener una feligresía que desborda gozo y fervor, a María Santísima, que bendice a esta Diócesis de Cancún-Chetumal, a sus Sacerdotes, religiosos y laicos.
La gran alegría de contar con el manto que tenía puesta la Virgen de San Juan de los Lagos, es una hermosa reliquia que la comunidad podrá venerar y admirar a partir de la consagración de la parroquia en esta ciudad. “Nos sentimos honrados y agradecemos este don al rector del santuario de San Juan de los Lagos, presbítero Ireneo Gutiérrez Limón”, imagen milagrosa que tiene por objetivo traer esperanza, así como ayudar a crecer en la fe y el amor a la Virgen de San Juan.
Historia de la Virgen de San Juan de los Lagos se remonta a 1530, luego de que el primer evangelizador del lugar, fray Antonio de Segovia, dejara una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción de María, realizada de caña de maíz por manos artesanales de indígenas de la entidad federativa de de Michoacán, sin embargo hasta 1623 la fama de la Virgen trasciende con una serie de milagros atribuidos a su intercesión.
Por la necesidad de renovar lugares sagrados, cada vez más amplios, la Virgen de San Juan de los Lagos recorrió tres santuarios. Su primera casa fue una ermita de adobe y paja con el título de hospital de indios, donde permaneció varias décadas, primero en el altar y luego en la sacristía, porque estaba muy maltratada. Al pasar los años terminaría en el templo del “Pocito del Primer Milagro” y luego, su segundo santuario sería la parroquial de San Juan Bautista. Un 30 de noviembre de 1732 se colocó la primera piedra del santuario hoy Catedral Basílica, y 37 años más tarde, un 30 de noviembre de 1769 la santa imagen de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, es trasladada a este recinto, donde permanece hasta el día de hoy.