Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo.– El Adviento, es un tiempo de esperanza para buscar la reconciliación y estar en paz, con vecinos, amigos, hermanos, familia, es el mensaje de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C. en la Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad en Cancún.
¿Qué es lo quiere el cielo para todos nosotros?, ¿qué es lo que quiere Dios?, ¿qué es lo que quiere el Espíritu Santo?, ¿qué es lo quiere Jesús?, solo hay una respuesta: la “paz”, reiteró.
El próximo 3 de diciembre es el primer domingo de Adviento, para recibir la navidad que manda Dios desde el cielo, que traen los Ángeles, para dar su mensaje a los pastores en Belén –gloria a Dios en el Cielo y paz a los hombres de buena voluntad–.
La paz de Jesucristo es especial, es interior, de corazón, de conciencia, es para hacer el bien, no para estar enojados, resentidos, con odio, -mi paz os dejo, mi paz os doy–, es una paz de purificación, sanación, para no guardar resentimiento, por lo que si alguien tiene algo en contra de su vecino, hermano, pariente, lo abrace y se reconcilie, como hermanos en Jesucristo e hijos de Dios Padre.
Respecto al aborto, luego de que la corte del vecino país del norte, determinó hace un año, que no es un derecho constitucional, tras dejar la decisión a la legislación local, ahora impulsan a Cancún como la Capital del Turismo Pro Aborto, desde que la organización internacional de salud Sexual de Servicios de Salud Reproductiva MSI, abrió su primer centro de salud reproductiva en esta ciudad este 23 de noviembre, iniciativa impulsada por la mandataria quintanarroense María Elena Hermelinda Lezama Espinosa y la munícipe de Cancún Ana Patricia Peralta de la Peña, para convertir a Cancún en la capital Pro Aborto, luego de que Quintana Roo legalizara esta práctica para acabar con la vida de miles de niños mexicanos por nacer, y abrir las puertas al mundo para terminar con la vida de inocentes a nivel internacional.
Sin embargo está comprobado científica, biológica, numérica y filosóficamente que el aborto es un crimen, así le cambien el nombre por el de Salud Sexual y Reproductiva o Interrupción Legal del Embarazo, es el asesinato de un ser en gestación, que nadie tiene derecho a privar de la vida menos si es indefenso, porque el único dueño de la vida es Dios, la cual se debe respetar, destacó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Además de que el aborto deja consecuencias traumáticas a quien la realiza, debido a que mucha gente arrepentida lleva el cargo de conciencia toda la vida, así lo expresan miles de mujeres en el confesionario, al que llegan con este trauma insuperable, luego de vivir este drama que las deja marcadas. Su recomendación es, a no dejarse engañar, matando a su hijo indefenso, que les dejará secuelas difíciles de superar.
Finalmente el turismo que llega a este centro vacacional lo hace en busca del paraíso pero también de la ecología humana, en busca de la paz, armonía, conciencia, bondad, hospitalidad, alegría de su gente acogedora, hospitalaria a la que debemos de cuidar. En palabras de un Cardenal, –los mexicanos son la encarnación de la hospitalidad– y otro que decía –ustedes son muy alegres, porque creen en Dios y respetan sus mandamientos–. Si desde afuera nos ven así, con mayor razón nosotros debemos visualizar desde el interior. Los grupos Próvidas tienen diversas iniciativas como celebrar misas, hacer oraciones, rezar el Santo Rosario y manifestar su rechazo a lo que se pretende implementar desde las autoridades estatales y municipales, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C.