Por Redaccioninfovaticana
Desde la gobernación del Estado Vaticano, explican que aplicando los principios de la Encíclica Laudato si’ y de la Exhortación Apostólica Laudate Deum, pretenden «perseguir proyectos de sostenibilidad buscando soluciones innovadoras que ayuden a cambiar el modo de trabajar cuidando la tutela de la «Casa Común» adoptando proyectos que, incluso mediante el uso de tecnologías fiables y respetuosas con el medio ambiente, permitan reducir concretamente el impacto de la actividad humana en el medio ambiente».
El Vaticano acepta y reconoce los postulados globalistas climáticos y defiende que «la ratificación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y los Acuerdos de París constituyen el puente entre las políticas ambientales y las indicaciones y recomendaciones del Santo Padre».
«La Gobernación se ha comprometido a lograr la neutralidad climática a través del uso responsable de los recursos naturales, la implementación de proyectos dirigidos a la eficiencia energética y la actualización de nuestros activos tecnológicos, la movilidad sostenible, diversificación y el suministro de productos energéticos más limpios o alternativos para el transporte, la eliminación de desechos y el desarrollo de futuros y concretos proyectos de reforestación», añade la Santa Sede.
Vehículos eléctricos en la flota del Vaticano
Como medida concreta para ‘luchar’ contra el cambio climático, Roma se gastará el dinero de los católicos en «inversiones en estructuras tecnológicas utilizando energías renovables, compensando las emisiones producidas en un sector y reduciéndolas en otro, pero sobre todo promoviendo la movilidad eléctrica e híbrida».
Por este motivo, la Gobernación ha puesto en marcha un programa de desarrollo de la movilidad sostenible denominado «Conversión Ecológica 2030» pensado también para la reducción del impacto de CO2 de la propia flota de vehículos. Con este fin, pretende: sustituir gradualmente los vehículos de propiedad estatal por vehículos eléctricos, con el fin de que su parque automovilístico sea de impacto cero para 2030; implementar su propia red de recarga en el territorio del Estado y en las zonas extraterritoriales y extender su uso a sus empleados; asegurar que sus necesidades energéticas provengan exclusivamente de fuentes de energía renovables.
En claro alineamiento con la Agenda 2030, el Vaticano sigue con su hoja de ruta hacia ninguna parte. —precisamente— del cambio climático?
Con la cantidad de temas encima de la mesa, el Vaticano parece estar más obsesionado con salvar el planeta con gestos insignificantes y de dudosa eficacia que con salvar a las almas. La Santa Sede sigue adelante con su hoja de ruta globalista y acepta y traga con todos los mantras de la agenda climática.
https://infovaticana.com/2023/11/16/el-vaticano-se-pliega-a-la-conversion-ecologica-2030/