Ciudad de México.— Un tema fundamental para la vida democrática de México en el momento actual es la necesidad de colaborar en el proceso de maduración de un Estado laico abierto y positivo que permita el ejercicio de la libertad religiosa de todos por igual.
“Ha llegado el momento de dejar de entender el Estado laico como el ente político que ninguna relación tiene con las doctrinas religiosas existentes en su territorio. La libertad religiosa es un derecho humano que el Estado debe garantizar mediante medidas legislativas y políticas que generen las condiciones propicias para su ejercicio” (La libertad religiosa en México, CNDH).
Hoy más que nunca México, inmerso en un amplio contexto global, debe seguir poniendo al día sus marcos normativos para hacer del Estado la casa en la que todos.
Los ciudadanos debemos utilizar todos los medios legales dignos para impedir cualquier acto contrario a este derecho humano, de forma que todos podamos gozar de los inestimables beneficios de la libertad religiosa.
Defendamos con valentía y firmeza la libertad religiosa ante el autoritarismo laicista, antirreligioso, intolerante y discriminatorio contenido en las leyes mexicanas.
Tenemos el deber y la tarea permanente de intensificar la cooperación ecuménica e interreligiosa con el objetivo de ayudar a los políticos, a los legisladores y a los líderes religiosos a trabajar juntos para asegurar que el derecho a la libertad de conciencia sea legalmente reconocido y efectivamente respetado para todos los ciudadanos.
El Estado laico en México será posible justamente si todos como sociedad colaboramos a construirlo con generosidad y amplitud de miras a partir de las premisas hasta aquí expuestas, es decir, como Estado aconfesional definido por la vigencia de la libertad religiosa.
IV. Derecho y deber de los padres de educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones.
Situación de la educación en México. Desde hace muchos años, la educación en México vive graves problemas que nuestros gobiernos no han querido o no han sabido solucionar y que nos sitúan entre las naciones peor evaluadas a nivel internacional.
Nos encontramos ante una emergencia educativa. Está en juego el desarrollo integral de los menores, así como el avance y el progreso de nuestra sociedad.
Aunque en los últimos años se han generado reformas a la Constitución en materia educativa, no han logrado dar frutos, ya sea por problemas en su implementación o por los constantes cambios que no permiten su consolidación.
En mayo de 2019 en una nueva Reforma Educativa impulsada por el gobierno se reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa.
Reforma que surge de un acuerdo político con aliados como los maestros “disidentes” de la CNTE quienes siempre pugnaron por la cancelación de la Reforma Educativa de 2013 hecha por el gobierno anterior ya que consideraban que era una reforma laboral más que educativa, que “mercantilizaba” la educación y tenía “carácter punitivo”.
Aunque la reforma expresa algunos aspectos positivos entre otros: que en los niños y adolescente radica el interés supremo de la educación; que se dará un enfoque de derechos humanos y se impulsará el concepto de equidad; serán obligatorias desde la educación inicial hasta la media superior y el estado las garantiza; se fortalecerá y se reconocerá la labor docente.
Sin embargo, también existen algunos puntos negativos o que no quedan claros: se pasa de una evaluación estandarizada y homogénea a nivel nacional a una de enfoque regional y local, se corre el riesgo de no cumplir con estándares mínimos a nivel nacional; la posible pérdida en la rectoría del Estado si el gobierno se somete a condiciones de la CNTE; la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación por presión de un sindicato; no está plasmada la participación de los padres de familia como parte fundamental del Sistema Educativo Nacional; establece que los planes y programas de estudio tendrán “perspectiva de género” y que se impartirá “educación sexual y reproductiva”; etc. Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación L# 41