Konaté Hernández

Cancún, Quintana Roo.– Perdonar libera de las ataduras como el egoísmo, prepotencia, orgullo, vanidad, el perdón es además un don de Nuestro Señor Jesucristo, indicó el padre Mario González Suárez, rector de la catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad en Cancún.

El Evangelio nos invita recibir el perdón de Dios y nos enseña a perdonar a pedir perdón a los hermanos y a no vivir con la incertidumbre del rencor, ni del resentimiento, reiteró.

Como diría el Romano Pontífice, el perdón es como el oxigeno, que se respira para vivir con tranquilidad, no perder la paz, que podría llevar a ensimismarse a las personas perdiéndolas, por lo que consideró que hoy es un momento muy especial para la sociedad, en la cual cada quien debe saber perdonar, pedir perdón y vivir la virtud de la humildad, remarcó.

Por otro lado, con respecto al abuso que tanto laceran a la sociedad, sobre todo a los menores, es lamentable que esta se haya incrementado en Quintana Roo, por lo que para evitar este flagelo que ataca a los más vulnerables, el llamado es a las autoridades, para que legislen políticas públicas que favorezca y salvaguarde la integridad física de la ciudadanía y en especial de los niños y que los padres pasen tiempo con sus hijos estén al pendiente de sus hogares, manifiesten su cariño, confianza y sobre todo cercanía a sus hijos, que muchas veces por temor o las excesivas ocupaciones de sus papás, los pequeños le tienen más confianza a sus maestros.

Su recomendación a los abusos a menores de edad que en Quintana Roo, se ha incrementado, es ver el filme del actor y activista Eduardo Verástegui, Sonidos de Libertad para poder armar una estrategia que evite los abusos. Recordó que durante el sexenio pasado se acordó una alianza con el vecino país del norte en especial con Texas que enviaría fiscales a investigar casos de abuso a menores, sin embargo la ausencia de las autoridades, ha provocado que muchas que la gente deje de acudir a levantar su denuncia, porque no es escuchada, hay una excesiva burocracia y otras situaciones complejas, como corrupción, privilegios, lo que provoca el desanimo de los denunciantes que evitan recurrir a las autoridades donde no son escuchados, lo que provoca sean constantes los abusos de adultos, de la sociedad que carece de una base sólida, construida en valores, mientras el tejido social se fractura.

Hace falta hacer un análisis para visualizar los problemas que se vienen arrastrando, porque si no hay políticas para salvaguardar la seguridad de los demás, se continuará en la misma dirección, con problemas y situaciones débiles porque el gobierno no ha creado políticas para favorecer a la ciudadanía.

Importante es evitar que el pueblo se haga justicia por mano propia e infundir en la juventud respeto por la sociedad, asimismo que los papás ejerzan su autoridad en casa, orienten a sus hijos para hacer el bien, los guíen por el buen camino con virtudes, y que los jóvenes no realicen cosas indebidas. Esto es porque lo que se vive en la actualidad es el reflejo de la sociedad, por lo que consideró que se debe de generar lazos y unidad y no propagar la violencia en contra de los adultos mayores, niños agredidos, por la ausencia de justicia, ya que las autoridades no está donde debieran y desconocen sus labores, incumplen sus funciones y no salvaguardan los derechos de la ciudadanía.

Finalmente, la Iglesia se ha manifestado por la libertad religiosa como parte de los derechos humanos, esto por lo que sucede en Nicaragua donde las autoridades represoras amedrentan a quienes defienden los valores cristianos que van en pro de la sociedad. La libertad no se puede coartar, ni se debe de limitar, es importante alzar la voz y prepararse con argumentos que ayuden a conservar la libertad religiosa, del clero y de la sociedad, concluyó el padre Mario González Suárez, vocero de la Diócesis Cancún Chetumal.

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