Ciudad de México.— Si deseas conocer más sobre las consecuencias en el bienestar de niños y adultos de los diferentes tipos de familia, te invitamos a que leas el libro

Estructuras de familia y bienestar de niño y adultos. Pliego, Fernando (2017). Consejo Editorial de la Cámara de Diputados, México.

Lo puedes consultar en la sección de “Políticas públicas de familia” de la Biblioteca digital del FNF:

El valor permanente de la familia. Estructuras de familia y bienestar

De sus investigaciones el Dr. Fernando Pliego Carrasco concluyó que en las democracias analizadas:

  1. Las personas casadas (hombre y mujer) y los niños que viven con sus padres (papá y mamá), tienen mejores niveles de bienestar en educación, seguridad física, relaciones padres-hijos, funcionamiento de la pareja, salud sexual y reproductiva, salud mental, salud física, ingresos y trabajo, vivienda, baja de adicciones y bienestar subjetivo.
  2. En los demás tipos de familia y estado civil, la población muestra, en términos generales, menores niveles de bienestar. En estas familias hay un riesgo significativamente mayor de que presenten problemas en todos los temas analizados.
  3. Las familias con parejas casadas y con hijos comunes son las que contribuyen de mejor manera a la promoción de los derechos humanos, al desarrollo de los países y a la protección de las libertades fundamentales.
  4. En los demás tipos de familia y de pareja, resulta más fácil observar procesos de regresión en la protección y fomento de los derechos humanos de niños y adultos.

Muchos factores podrán señalarse para que tengamos estos hechos sociales, pero se destaca uno por su importancia: la solidaridad de vida. Cuando las personas que están a cargo de las familias orientan su vida de pareja en un horizonte favorable a dicho principio, cuentan con más facilidades para procurar el bienestar de ellos mismos y de los menores de edad a su cargo.

El análisis de la realidad familiar actual muestra doblemente tanto los males sociales que se derivan como la riqueza de este bien relacional que es la familia y que se encuentra íntimamente unido a la persona humana.

Por un lado, se constata que el debilitamiento de la familia siempre acaba produciendo una disminución del bienestar social a través de la inseguridad psicológica de los sujetos, de la disolución de valores morales imprescindibles para sustentar la estructura de las sociedades democráticas, del incremento de la delincuencia juvenil, etc.

Por otro, se tiene la evidencia que familias estables, formadas por ambos padres y comprometidos en matrimonio, producen mayor estabilidad y mayor bienestar en las personas; mientras que, familias frágiles y problemáticas producen personas inestables y socialmente descentrados.

Grandes bienes son el matrimonio, la familia y la vida; gran peligro constituye el no respetarlas.
Es urgente reposicionar a la familia en el lugar que paradójicamente nunca ha perdido.

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