Ciudad de México.- Si el amor entre padres e hijos es recíproco se logrará el mejor clima para la madurez afectiva del individuo. Si hay unión y respeto, nada logra distanciarlos.

La adolescencia es la edad del “despertar”, despertar físico, sentimental, intelectual y moral, despertar sentimental que predomina sobre los demás.

Por su intensa vida sentimental ¡cómo quien defiende lo que ama, o lo que cree amar!, ¡y qué duro es con lo que rechaza!, hay una explosión de sentimientos.

El adolescente es víctima de un desequilibrio emocional que se refleja en la sensibilidad exagerada y el carácter irritable, inestable, extremista, lo hace pasar con facilidad de la amistad a la agresividad. El adolescente se encierra en sí mismo, pide que lo respeten, no se abre con nadie que no sea de su absoluta confianza, por lo que en contraste necesita sentirse aceptado.

La necesidad de ser amado es tan fuerte y significa tanto en su desarrollo, que, si carece de él, aun cuando tenga otras cosas, se sentirá perturbado. Necesidad que tiene de ser protegido, supera a la que tiene de libertad, la necesidad de ser valorado es tan notable como las otras dos; el muchacho siente el deseo de ser reconocido por lo que es, si sus primeras actuaciones han sido aceptadas, es probable que su necesidad de protección disminuya al aumentar la confianza en sí mismo.

A la conciencia del «yo» se acompaña el descubrimiento del propio cuerpo. La sexualidad, que, con un esfuerzo, puede quedar integrada dentro de una facultad humana muy noble -la facultad de amar- puede también, si no se hace el esfuerzo, convertirse en una de las expresiones más brutales y violentas del egoísmo humano.

El adolescente pasa normalmente por diversas fases amorosas hasta que encuentra una situación estable en el amor, que puede ser el noviazgo o el matrimonio.

El varón desea ser admirado por la mujer, pero predomina en él la tendencia a dejarse atraer por la mujer. Predomina lo sexual sobre lo sentimental. Si el muchacho no llega a dominarse, pensará que el amor consiste sólo en unos momentos de satisfacción. Frente Nacional por la Familia. Minuto de formación F# 43.

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