Tulum, Quintana Roo.– Una cordial invitación a las familias a participar y acompañar a la comunidad eclesial a la fiesta patronal en el Santuario Divino Niño Jesús en Tulum.
La cita es el 10 de julio a congregarse desde las 5:00 pm, para la bajada del Santo Patrono en la parroquia de Guadalupe, salir en procesión a las 6:00 pm y llegar a las 7:00 pm a Misa en el santuario.
Para el 20 de julio al concluir la procesión, Misa 7:00 pm, la comunidad parroquial, ciudadanía, unirán sus voces para cantar las mañanitas y participar en familia de la gran kermes, charanga, jarana, música con la Orquesta Son del Recuerdo, antojitos regionales.
El origen de esta festividad, surge un 20 de Julio en Colombia como Divino Niño o Milagroso Niño Jesús, una conmemoración para recordar la infancia de Jesús de Nazaret, su imagen es basada en el Niño de Praga. La parroquia Divino Niño, se ubica en el barrio 20 de julio en Bogotá, cuenta con una de las mejores representaciones católicas. Una fiesta celebrada por la gran mayoría celebra el 20 de julio, sin embargo, este día solo es el onomástico del barrio donde está ubicado el santuario en Colombia, es decir en el Barrio «20 de Julio», por lo que la fiesta patronal en sí, se celebra el Primer Domingo de septiembre al concluir la tradicional novena en la que los fieles rezan los nueve primeros domingos de cada mes al Divino niño.
Es el sacerdote padre Juan del Rizzo, quien inició la devoción a la imagen, quien se movía por ciudades colombianas, como Barranquilla y Medellín, con una pequeña réplica de la imagen del Divino Niño Jesús de Praga. Sacerdote oriundo de Italia, buscaba recolectar fondos para erigir un altar en la ciudad costera, pero fracasó en su intento, por lo que comenzó a pedir por los méritos de la Infancia de Jesús para construir el templo. Fue así como comenzó a transportar la imagen checoslovaca, sin embargo en Bogotá, se vio obligado a dejar de hacer uso público de la imagen, porque una comunidad se adjudicó ser la única autorizada para éste fin.
Fue así como el padre Juan del Rizzo, cuando en cierta ocasión, encontró una tienda de artículos religiosos llamada »Vaticano», pero al mirar detenidamente una pequeña imagen de un niño Jesús con una túnica de color rosado, un cíngulo o cinturón verde azulado y los brazos extendidos sobre una cruz, indignado, pidió al artesano retirar la cruz a la imagen, al considerar que la representación era deprimente para representar a un niño, y exclamóː”ese niño estaba muy pequeño para llevar una carga tan pesada”.
La propia experiencia del sacerdote lo convirtió en devoto de la imagen, y así se dedicó de lleno a propagar la devoción al Divino Niño, al adquirir la imagen, para darle su destino en el altar de la iglesia local, conde sacó fotografías a la pequeña estatua de yeso, las convirtió en estampillas para propagar la vocación.
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