Cancún, Quintana Roo.– Cuarto día del Primer Sínodo Diocesano, los sinodales, agradecieron a Dios por permitirles vivir un tiempo de gracia y tomar mayor conciencia del don recibido de ser testigos del amor de Dios, en un encuentro de escucha y conversión, en el Centro de Convenciones Colegio Boston en Cancún.
Momento de iluminación para atender el tema de la Pastoral Litúrgica, desde la visión de la Iglesia Universal, a través de los documentos, Tradición y el Magisterio para conocer lo que marca la sede de Roma y estar en comunión con los acuerdos que se vayan a establecer.
El coordinador de la Comisión Diocesana de la Pastoral litúrgica Fray Genaro Mayorga TOR, presentó el capítulo IV del Instrumentum Laboris de la “Pastoral Litúrgica.
Un momento de iluminación en el que se atendió el tema de la pastoral litúrgica desde una visión de la Iglesia local, que permita conocer los apremiantes desafíos y diagnóstico real en la Iglesia de Quintana Roo.
Es en este sentido el rector de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, Monseñor Ricardo Valenzuela, indicó que en éste primer momento de iluminación se atenderá el tema de “pastoral litúrgica”; hablar de liturgia es celebrar para toda la eternidad y poder llegar así a la vida eterna, continúo.
En la vida de oración de la Iglesia, la liturgia es un don muy especial, sobre todo porque lo que hoy, repercute en la vida y lo que acontece en está, se lleva a la oración, tal como, cuando el diácono dice las palabras de despedida “pueden ir a vivir, lo que aquí hemos celebrado”. Esta dimensión es primordial y cristiana y se ve reflejada constantemente en los momentos celebrativos y comunitarios.
La dificultad estriba cuando no se toma en cuenta lo que se ora y en consecuencia no se lleva a la vida y viceversa, de ahí que es oportuno plantear la necesidad de detenerse a descubrir la naturaleza teológica de la liturgia y poner especial atención en el caminar que la Iglesia ha realizado en materia litúrgica. Son 2000 años de trabajo y experiencia de la Iglesia.
Las muchas afirmaciones a propósito de la liturgia y de la eclesiología, así como de muchas otras áreas de reflexión teológica, no han sido pronunciadas a la ligera ni con ingenuidad, por esta razón, al asomarnos a la llamada cuestión litúrgica, como parte integrante y constituyente de la reflexión sobre la fe que se celebra y que a su vez informa que la reflexión sobre Sacramentos que se desarrolla por medio de una acción litúrgica celebrada en medio de la Iglesia.
La sacramentalidad de la liturgia se ha convertido en una realidad estudiada desde diferentes ángulos, en el que la Iglesia camina, reflexiona, ora, celebra lo que la hace tener una experiencia milenaria, asimismo destacó que no se puede hacer sin una profunda reflexión teológica pues se corre el riesgo de banalizar la ritualidad al querer comprenderlas, ignorar sin creer, sin preparar, sin amar.