En la Ascensión de Jesús, Francisco afirmó que, desde el Cielo, Jesús le presenta
sus llagas al Padre para interceder por nosotros. Le dice al Padre: «Esto es lo que
sufrí por los hombres, ¡haz algo!», dijo el Papa y de esta manera le hace ver el
precio de la redención, el Padre se conmueve. «Así reza Jesús», es como le gusta
pensar al Papa Francisco sobre este momento.
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
En su alocución previa al rezo mariano, el Papa Francisco recordó la solemnidad
de hoy, la Ascensión del Señor, que se celebra en Italia y en algunos países. Una
fiesta dijo que nos hace surgir dos preguntas:
“¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? ¡Su despedida parecería un
momento triste, no algo por lo que estar alegre! ¿Y por qué celebrar una partida?
Primera pregunta. Segunda pregunta: ¿qué hace ahora Jesús en el cielo?»
Por qué celebramos
Explicando esta solemnidad, el Santo Padre, dijo que con la Ascensión sucedió
algo nuevo y hermoso: Jesús ha llevado nuestra humanidad al cielo, nuestra carne
al cielo, es decir a Dios. Esa humanidad, afirmó, que había tomado en la tierra, no
se ha quedado aquí, Jesús después de ser Resucitado no era un Espíritu, no:
tenía su cuerpo humano, la carne, los huesos, todo; y estará ahí para siempre.
“Desde el día de la Ascensión Dios mismo, podríamos decir, ha “cambiado”:
¡desde entonces ya no es solo espíritu, sino que por todo lo que nos ama lleva en
sí nuestra misma carne, nuestra humanidad! El lugar que nos espera está
indicado, nuestro destino está ahí. Así escribía un antiguo Padre en la fe:
«¡Espléndida noticia! Aquel que se ha hecho hombre por nosotros […], para
hacernos sus hermanos, se presenta como hombre delante del Padre, para llevar
consigo a todos aquellos que están unidos a él» (S. Gregorio de Nisa, Discurso
sobre la resurrección de Cristo, 1)”.
Sobre la Ascensión de Jesús, Francisco dijo que hoy celebramos “la conquista del
cielo”; Jesús volviendo al Padre, pero con nuestra humanidad. Así que el cielo ya
es un poco nuestro. Jesús ha abierto la puerta y su cuerpo está allí, afirmó.
¿Qué hace Jesús en el cielo?
El Pontífice dijo a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, que Jesús está
por nosotros delante del Padre, le muestra continuamente nuestra humanidad, las
llagas que ha sufrido por nosotros;
«Me gusta pensar que Jesús, delante del Padre, reza así: haciéndole ver las
heridas. «Esto es lo que he sufrido por los hombres: ¡haz algo!». Le muestra el
precio de la redención. El Padre se conmueve. Pero, piénsalo bien, así reza
Jesús. Por eso no nos ha dejado solos».
De hecho, antes de ascender nos dijo, como dice el Evangelio hoy: «Yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el final del mundo» (Mt 28,20). Está siempre con
nosotros, está «siempre vivo para interceder» (Hb 7,25) a nuestro favor, para
mostrar las llagas al Padre por nosotros. En una palabra, afirmó Francisco,
intercede; está en el mejor “lugar”, delante del Padre suyo y nuestro, para
interceder por nosotros”.
La intercesión es fundamental
La intercesión de Jesús es fundamental, esta fe también nos ayuda: no perder la
esperanza, no desanimarse. Ante el Padre hay alguien que le muestra las heridas
e intercede por nosotros, señaló el Papa.