Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo.– En la Solemnidad de la Santa Misa se realizó la clausura del Encuentro de Discernimiento y Oración del Instrumentum Laboris (Edoil), en la que participaron consagrados, religiosos, laicos de los Decanatos San José, San Pablo, San Juan Pablo II y San Juan María Vianney en Cancún.
La concelebración eucarística la encabezó S. E. R. Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C., este 4 de marzo de 2023, en la Catedral de la Santa Cruz y Santísima Trinidad de esta ciudad.
Un corazón lleno de alegría y deseo de los laicos comprometidos con la Iglesia Particular, dieron gracias a Dos por los frutos abundantes y por tantos beneficios recibidos, bendiciones e iluminados por el Espíritu Santo que inspiró a la comunidad eclesial a llevar a efecto esta última etapa del camino sinodal, indicó Monseñor.
Dirigiéndose al pueblo a sacerdotes, religiosas, seminaristas a los laicos comprometidos que trabajaron arduamente en el camino sinodal con gozo y alegría como hermanos que han aprendido a escucharse unos a otros, a caminar juntos e interesados que se dieron su tiempo al dar lo que estuvo de su parte, con su Talento Tesoro, Tiempo y amor a su Iglesia Particular, a la fe católica, exigiéndoles sacrificio, continúo.
Haciendo eco en las palabras del Romano Pontífice “el camino cuaresmal es muy parecido al camino sinodal”, tal cual dice el Evangelio cuando Jesús lleva a sus apóstoles al Monte Tabor, camino cuesta arriba es una labor que requiere de grandes esfuerzos a superar para poder vencer la indiferencia, el egoísmo, la soberbia, el cansancio, flojera, y evitar caminar solo. Es un camino animados por el equipo que los cuida y cura hasta llegar a la cumbre, con la capacidad de apoyarse mutuamente.
Escuchar a toda la Iglesia que es propiedad del Creador, es una característica de un pueblo de bautizados, que tiene la gracia de ser hijos de Dios, de estar al mismo nivel, escuchar a los demás con la misma dignidad de colaborar en la misión de Nuestro Señor Jesucristo, Sacerdote, Profeta y Rey, de evangelizar y llevar la Palabra a los hermanos es participar del sacerdocio real en la predicación es un carisma recibido del Bautismo.
Explicó que el Instrumentum Laboris del Sínodo Diocesano es un libro escrito por la comunidad, con las aportaciones de un mil 727 personas, un material que contiene información recopilada, ordenada, por el equipo de la Secretaría General del Sínodo conformada por Landy Canto Martínez, José Julio Aranda Manzanero, Isabel, Inés y el presbítero Mario González Suárez, encargados de la elaboración y selección de las aportaciones, ideas, sugerencias, un contenido con temas de formación, que debe de leer la comunidad en sus comunidades parroquiales.
Finalmente hizo entrega de la Carta Sinodal a los padres Rodrigo Herrera Morales coordinador oficina de prensa del Primer Sínodo Diocesano; Gonzalo Ulises Aguilar Fernández coordinador de la Dimensión Diocesana de laicos; hermana Pamela Loría González coordinadora Dimensión Pastoral Catequética. También recibieron la Carta los Laicos Sinodales del Decanato San José Obrero, Jesús Roberto Ochoa Euan secretario Ejecutivo de Pastoral Juvenil; Alma Carolina de la parroquia Nuestra Señora de la Merced; César Amir Rodríguez Delgado parroquia Divina Providencia; Lidia María Yah Bacelis cuasiparroquia Madre del Buen Remedio; Margarita Hernández Miyares cuasiparroquia Transfiguración; Angélica Sorense; Charito Gallareta Montero parroquia Cristo Rey ambas del Decanato San Juan María Vianney; Elsa González Arredondo, Miriam del Socorro Orozco Briceño , Oscar Torero Gómez, Margarita Maciel Hernández estos últimos hermanos del Decanato San Juan Pablo II. (Fotografía de María Esther Alonso Gómez).