Cancún, Quintana Roo.- Los signos de los tiempos: Aparecerán señales prodigiosas y terribles. Jesús nos enumera los signos de los tiempos que señalan y apuntan al fin de la historia: No quedará piedra sobre piedra. Todo esto que están admirando, todo será destruido, es el mensaje dominical de Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C.  

Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y diciendo “yo soy el Mesías”. 

Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro, pero todavía no es el fin. Habrá grande terremotos, epidemias y hambre. Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel. Los traicionarán hasta sus propios padres hermanos, parientes y amigos. Mataran a algunos de ustedes.  

Cómo interpretar los signos de los tiempos. Todas estas señales apocalípticas se van cumpliendo a lo largo de los años y de los siglos, hoy estamos saliendo de una larga y dolorosa pandemia que ha dejado muchos muertos, enfermos y afectados en el cuerpo y en el alma: mucho miedo, inseguridad, fragilidad, angustia, estrés y depresión. También asistimos a situaciones muy dolorosas de violencia del crimen organizado, odio y polarización en la sociedad, narcotráfico disparado y guerras entre naciones. Pero lo más importante es saber interpretar todos esos signos de los tiempos ¿qué nos quiere decir el Señor con estos signos en este tiempo? Cuando el Señor nos dice que la solidez y belleza del templo serán destruidas, nos está diciendo que todo es pasajero, frágil e inestable. Que toda carne es hierba y su esplendor como la flor del campo, que la hierba se seca y la flor se marchita, pero que también hay algo más importante y más trascendente en el que debemos poner nuestra mirada y nuestra esperanza. También nos advierte de los falsas mesías y profetas que trataran de engañarnos con falsas doctrinas. Hoy nos vemos envueltos en ideologías extrañas, en opiniones de decadencia moral, en creencias exóticas, esotéricas y supersticiosas que encantan y seducen a la juventud y que tratan de imponernos a todos, no sólo a los jóvenes una cultura totalmente anticristiana. Junto con guerras, terremotos y epidemias, tenemos las persecuciones de los creyentes católicos, que quieren llevar a los tribunales y a la cárcel, por confesar su fe católica, por defender los principios y valores de la vida, la familia, la mujer y la libertad de conciencia. 3. Ante todo, nuestra esperanza está en Él. Ante todos estos signos de los tiempos, Jesús nos recomienda no preparar la defensa, porque Él nos dará palabras sabias a los que no podrán resistir los adversarios. También nos señala que en estas persecuciones daremos testimonio de Él y que Él está muy presente y muy cercano de nosotros y que nada nos pasará, porque Él es nuestro escudo y nuestra defensa. Cristo nos invita a no dejarnos dominar por el miedo y el pánico, porque todo esto tiene que acontecer como señal de que pronto vendrá el fin. Todas estas señales nos alertan para que no perdamos de vista que pronto vendrá el fin y la salvación. Todas estas señales, son un campanazo de alerta para que miremos la meta y no nos atoremos ni nos perdamos en el camino. Lo más importante es perseverar en las obras de misericordia que nos abren las puertas del cielo. En el camino de la voluntad de Dios, para llegar a la meta de la salvación, concluyó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C.  

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