Llamamiento del Papa en la Audiencia General, cuando Ucrania hoy cumple seis
meses de guerra. “Espero que se tomen medidas concretas para poner fin a la
guerra y evitar el riesgo de un desastre nuclear en Zaporizhzhia. Pienso en los
presos, los niños, en los refugiados, pienso en tanta crueldad”, dijo el Papa.
Patricia Ynestroza – Ciudad del Vaticano
Una vez más Francisco ha clamado por la paz en Ucrania y en otros países donde
llevan tanto tiempo sufriendo guerras, como Siria que lleva más de 10 años, o
Yemen. Bergoglio hizo su llamamiento al final de la Audiencia General. Hace seis
meses estalló la primera bomba rusa en Kiev. Todos «locos», dijo, porque de la
locura de la guerra nadie está exento. Y son «siempre los inocentes» los que
pagan el precio.
Paz para Ucrania. Que se evite un desastre nuclear
“Renuevo mi invitación a implorar la paz del Señor para el querido pueblo
ucraniano, que desde hace seis meses sufre el horror de la guerra”, dijo Francisco,
y se auguró que se estén tomando medidas concretas para poner fin a la guerra y
evitar el riesgo de un desastre nuclear en Zaporizhzhia.
Las víctimas de la guerra en el corazón del Papa
El Santo Padre dijo con pesar, que lleva en su corazón a los presos,
especialmente a los que están en condiciones frágiles, pidió que las autoridades
responsables trabajen por su liberación. Su pensamiento lo dirigió a los niños, a
los tantos muertos, los tantos refugiados -aquí en Italia hay muchos-, los tantos
heridos:
«En tantos niños ucranianos y rusos que se han quedado huérfanos, la orfandad
no tiene nacionalidad, han perdido a su padre o a su madre, sean rusos o
ucranianos».
Inocentes que pagan la locura de la guerra
«Pienso en tanta crueldad, en tantos inocentes que están pagando la locura, la
locura de todos los bandos, porque la guerra es una locura y nadie en la guerra
puede decir: ‘No, no estoy loco’. La locura de la guerra».
Palabras con un tono sutil, pero solemne, las del Papa en las que expresan su
dolor, su pesar por estos pueblos en guerra. Francisco cita el intento de asesinato
de Darya Dugina, la hija del considerado ideólogo del presidente ruso Vladimir
Putin, Aleksandr Dugin, que se inmoló el 20 de agosto con medio kilo de TNT en
su todoterreno cuando regresaba a Moscú. El objetivo del ataque, como se sabe,
era su padre. El Papa Francisco recuerda a la joven víctima:
«Pienso en la pobre chica a la que le explotó una bomba bajo el asiento de un
coche en Moscú. ¡Los inocentes pagan la guerra, los inocentes!»
Quienes comercian con las armas son delincuentes
Francisco pidió a cada uno de nosotros que reflexionemos sobre esta realidad y
digámonos: «la guerra es una locura». Además, aseveró que los que se benefician
de la guerra y del comercio de armas son criminales que matan a la humanidad.
Por último, el Papa llama la atención -como ha hecho tantas veces en el pasado-
sobre los dramas que tienen lugar, no solo en Ucrania, sino también en otras
partes del mundo. Esos «trozos», como ha siempre dicho, de esa «tercera guerra
mundial en pedazos» que poco a poco se van uniendo para delinear un abismo
mundial.
Recordó a Siria, que lleva más de diez años en guerra, o en la guerra que sufre
Yemen, «donde tantos niños pasan hambre, pensemos en los rohingya que
recorren el mundo por la injusticia de ser expulsados de su tierra», dijo.
Rusia y Ucrania consagradas a la Virgen María
En esta triste efemérides que vive Ucrania, pero también Rusia, el Papa recordó
que ha consagrado a ambos países al Corazón Inmaculado de María, el pasado
25 de mayo, y pidió a nuestra Santa Madre, «que Ella, como Madre, dirija su
mirada a estos dos amados países: ¡que vea a Ucrania, que vea a Rusia y nos
traiga la paz! Necesitamos la paz».