P. Héctor Galván L.C.
(3er Domingo del Tiempo Ordinario)
El Evangelio es lo que los 4 evangelistas han escrito con la ayuda del Espíritu Santo. Es la sabiduría y acciones que Jesucristo, el Hijo de Dios y de María de Nazaret han escrito para gozo y salud de cuantos escuchemos, como si estuviéramos sentados en torno al Jesucristo de hace 20 siglos. ¡Qué afortunados somos!
Este domingo 23 de enero del 22 nos identificamos con San Lucas, que no conoció directamente a Jesús, pero escuchaba muchas maravillas que todos los primeros cristianos contaban, indagó y quiso escribirlo para todos nosotros después de comprobarlo, como hoy lo haríamos de modo científico y crítico. Hoy, regresó Jesús a la Sinagoga de su pueblo, le ofrecen el volumen de la Escritura, lee al profeta Isaías y afirma la divina unidad del Antiguo Testamento con el Nuevo: “Hoy mismo se ha cumplido esa profecía que acaban de oír”. Esto es lo que hoy nos dice el Evangelio. El Espíritu Santo unge a Jesús para salvación de cuantos escuchamos el Evangelio en la santa Iglesia que Él fundó.