Si los hombres callan, hablarán las piedras, indicaron pastores miembros del Consejo Interreligioso de México; sancionar a uno es sancionar a las más de 3 mil asociaciones de culto en el país, al manifestar su apoyo total a Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas por el valor de expresar su convicción a favor de la vida, familia, matrimonio, libertad de conciencia, por la paz y por un mejor México, luego del comunicado del 18 de noviembre, emitido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), dice que los ministros incumplieron la legislación mexicana al “alentar a meditar el voto, rezar, pedir luz a Dios y no votar por los promotores del aborto, ideología de género”, en el marco del proceso electoral federal 2020–2021.
Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo. – La vida inicia desde el vientre, desde que es concebido el ser humano, y es una cuestión humana, moral, científica, religiosa, no política, indicó Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, en el 5º Congreso Nacional, sobre libertad religiosa.
Como dice Su Santidad el Papa Francisco “si tú, tienes un problema y contratas un sicario para resolverlo, como que no es lo mejor para resolver el problema”, cuando hay mejores soluciones.
Recordó que en enero dijo que como católicos no se debe votar por candidatos a favor del aborto, y cuidar a quien se elige, buscar ayuda de sus pastores regidos por la Ley de Asociaciones Religiosas, que les permite predicar lo que manifiesta la misma ley, dentro de sus creencias y convicciones, por lo que explicó que se trata de una sentencia TEPJ, no una sanción que en este caso emitirá en su momento la Secretaría de Gobernación (Segob), y el equipo jurídico de cada Diócesis se encarga de llevar los cauces legales, por lo que estará en espera del resolutivo final.
Protección, promoción y garantías a la libertad religiosa
Grupos integrados por las asociaciones religiosas con el objetivo de promover y defender la libertad religiosa, tolerancia, colaboración interreligiosa. Representan la diversidad religiosa de México, conformada por diferentes denominaciones y expresiones de fe, con la participación de iglesias y religiones cristianos evangélicos como: la Iglesia Católica, Anglicana, Judía, Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Musulmana, Bahais, Krishna, Adventista, Iglesias Históricas, Apostólica, Pentecostales, entre otras.
En este acto las presidencias de los Consejos Interreligiosos de todo el país, declaran que creen en 1).– la libertad religiosa es un derecho de todo ser humano que debe ser protegido, promovido y garantizado; 2).– la tolerancia religiosa es un acto de reconocimiento y colaboración entre las diferentes expresiones de fe; 3).– el derecho humano a la libertad y objeción de conciencia; 4).– en el derecho a la libertad de expresión; 5).– el derecho y protección a la vida desde su concepción hasta la muerte natural; 6).– que la familia es ordenada e instituida por Dios, como núcleo central de la sociedad; 7).– en el diálogo cordial y respetuoso entre sociedad y gobierno con la finalidad de construir y fortalecer el tejido social desde las funciones de cada uno.
Esto porque de acuerdo al censo de Población y Vivienda, el 93 por ciento de la población en México, profesa alguna religión. El sector religioso es preponderante en todas las esferas de la actividad humana; de igual forma este sector es un capital social, cultural, diverso. Pidieron a la sociedad en general, funcionarios de tres órdenes de gobierno al manifestar su preocupación por las iniciativas legislativas discutidas en las Cámaras federales, locales, que vulneran, amenazan y restringen derechos y libertades del sector religioso y sus comunidades.
Promotores y defensores de la libertad de pensamiento de cualquier persona, aun cuando difieran de las propias, exigen respeto a sus convicciones, enseñanzas y prácticas. Preocupa que en México la religión es la segunda causa de discriminación, que muchas veces de manera sistemática o socialmente aceptada se restringe o persiguen las expresiones y prácticas de fe, derivando en discursos de odio que ponen en riesgo la libertad e integridad de líderes y congregaciones religiosas, por lo que hicieron un llamado a los funcionarios, legisladores, a la sociedad en general, a las organizaciones a coadyuvar en la construcción de leyes en políticas públicas, en busca de una cultura general de respeto a la libertad religiosa.