Ciudad de México. – Un México “A Favor de la Vida” es dar protección igual a cada ser humano desde su concepción hasta su muerte natural, sin discriminaciones de ningún tipo, indicó Irma Barrientos, una de las voceras de la marcha organizada en la capital del país y replicada en más de 70 ciudades del país.
Las causas de la mujer, la protección de la vida humana desde la concepción y el derecho humano a la objeción de conciencia, fueron los principales objetivos de la gran concentración realizada el 3 de octubre, precisó.
Irma Barrientos destacó que las mujeres tienen muchas necesidades y que el aborto no es la solución a ellas, de ahí que estar “a favor de la mujer” es escucharla, atenderla y solucionar sus problemas”. México estar a favor de la vida, significa dar protección igual a todo ser humano desde su nacimiento a su muerte natural, sin discriminaciones de ningún tipo.
Por su parte ex directora de una clínica de las clínicas abortistas más grande del mundo, Planned Parenthood, Mayra Rodríguez, tras darse cuenta de las malas prácticas realizadas en ese lugar, y que afectaban la vida y la salud de las mujeres es que tomó la decisión de salir de la empresa, por lo que en la actualidad es activista próvida. Asimismo, invitaron a una adolescente embarazada a subir al escenario para que se le practicara un ultrasonido y lograr escuchar el latido cardiaco del bebé que espera. Varias personas tomaron la palabra y compartir sus experiencias de vida, algunas dolorosas, pero en las que se resaltó todo el aprecio a la vida humana.
Una inolvidable experiencia se vivió en las concentraciones en más de 70 ciudades del país como en la Ciudad de México, con una participación de ciudadanos de diferentes creencias religiosas, en su mayoría a favor de la mujer, de la vida y de las libertades y garantías individuales, entre las que destacaron la Guadalajara, Jalisco con poco más de 200 mil personas; en Monterrey, N. L., tuvo una concurrida asistencia, y en Mérida, Yuc., por las recientes restricciones a causa de la pandemia, implementaron la idea creativa de realizar a una cadena humana donde portaron la bandera azul celeste más grande de Latinoamérica, mientras que en la Ciudad de México la marcha tuvo una participación aproximadamente de 200 mil personas que llevaban camisetas blancas, globos azules, blancos y rosas y carteles que expresaban el apoyo a todas las mujeres, de manera especial a las embarazadas en situación de vulnerabilidad y a los hijos en gestación.
El contingente iba encabezado por un grupo de mujeres de todas las edades, que sostenían una gran manta con el nombre de la marcha y coreaban diferentes porras en apoyo a la mujer y a la vida humana, por lo que el ambiente familiar que se vivió fue pacífico, entusiasta y alegre. Entre los asistentes había personas de todas las edades, condiciones sociales, credos e ideologías, así como familias completas. El punto de reunión fue el Auditorio Nacional, desde donde para arrancar 11:30 de la mañana y avanzar por la avenida Paseo de la Reforma hasta llegar al Ángel de la Independencia