Jair Negrete

Chetumal, Quintana Roo. –  Los museos de México, buscan preservar y difundir el Altar de los Dolores, considerado por las autoridades culturales como patrimonio cultural inmaterial del país, indicó el padre Rafael Olivera Guerra, párroco de la iglesia Divina Providencia en Chetumal.

No obstante, en la comunidad de Laguna Guerrero al interior de la capilla de San José, se encuentra un altar para que los fieles puedan vivir y expresar su fe y amor a la Virgen de los Dolores, mencionó.

La celebración de Nuestra Señora de los Dolores y su altar, se realiza ocho días antes de Semana Santa, sin embargo, en 1814 el Papa Pío VII fijó la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores para el 15 de septiembre, un día después de la Exaltación de la Santa Cruz, debido a que está celebración es poco popular para las fiestas patrias en septiembre y más practicada durante la Semana Santa.

El altar en honor a Nuestra Señora de los Dolores, conocida popularmente como la Virgen de los Dolores, estará expuesto para veneración de la imagen hasta el próximo 26 de septiembre, porque refleja el sincretismo que se produjo entre la fe cristiana y la cultura prehispánica, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Recordó que la celebración de la Virgen de los Dolores se realiza para el 15 de septiembre según lo marca el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, debido a que la tradición del Altar de los Dolores llegó al país en el siglo XVI, por lo que el INAH lo considera patrimonio cultural de las y los mexicanos.

“Una de las fiestas religiosas que tiene arraigo en nuestra tradición cultural mexicana es está fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, es una fiesta litúrgica dónde el pueblo honra a María al pie de la Cruz, para nosotros estuvo presente en la historia de Jesús”.

El altar cumple una serie de elementos, donde se encuentra la imagen de la Virgen de los Dolores, las flores moradas como símbolo de vida y belleza, las aguas de los colores que representan sus lágrimas, así como la sangre de Cristo, las semillas germinadas simbolizan la vida nueva, las uvas el vino para la misa; naranjas y banderas doradas como estandarte de Resurrección, un corazón atravesado por siete lanzas que significan los siete dolores de María y la corona de espinas.

De acuerdo con la celebración de la Iglesia, el sentido es meditar en torno al misterio del dolor que unió las vidas de Jesús y María para redención del género humano.

“La presencia de María al pie de la cruz, es uno de los elementos para preparar el altar a la Virgen de los Dolores con signos que recuerdan su estancia al pie de la cruz, a través de flores y signos que a su vez recuerdan la pasión de Jesús, así como los dolores de María a lo largo de toda la vida al caminar con Jesús”, subrayó el Rafael Olivera Guerra.

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