Konaté Hernández
Cancún, Quintana Roo, 21 de abril de 2021. – Existen tres fechas históricas en que las comunidades parroquiales, celebran la festividad litúrgica a los méritos del Divino Niño Jesús.
Con el objetivo de no confundir a los lectores, se dará a continuación una breve explicación de estos tres momentos de esta tradición.
El primer domingo de septiembre la Iglesia Universal, celebra la devoción a los méritos de la infancia del Divino Niño, porque según la tradición Jesús iba frecuentaba el Monte Carmelo con sus padres y abuelos San a reza, que después de su Ascensión se recordó con cariño, de ahí que los carmelitas difundieron la devoción por el mundo.
Mientras que el 20 de julio, en el barrio del mismo nombre en Bogotá, Colombia, la celebración es a lo grande. Para resumir, cabe destacar que el padre Juan Rizzo llegó primero a Barranquilla en 1914 y que al tener dificultad para recaudar fondos para la iglesia sintió la necesidad de pedir por los méritos de su infancia. Para 1935, se trasladó a Bogotá, donde encontró una preciosa imagen del Divino Niño que llevó a los campos de la obra juvenil salesiana al barrio 20 de Julio.
Finalmente, con el objetivo transformar a la sociedad para ser cada vez más como Jesús y buscar la pequeñez humana de depender de Dios como niños, como dice San Mateo 18,3 “Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”. De ahí la devoción a los méritos de la infancia al Divino Niño Jesús se celebra también el 30 de abril “Día del Niño”, con actividades para promover el bienestar, desarrollo y derecho infantil.
Es en este sentido que la Rectoría–Santuario en Cancún, celebra la solemnidad el primer domingo, no obstante en capillas, cuasiparoquias y parroquias hacen lo propio el 30 de abril como es el caso de las capillas Divino Niño Jesús ubicada en la parcela 445 en Tulum; la capilla con el mismo nombre en el fraccionamiento de Villamart II en Playa del Carmen y la parroquia Divino Niño en el fraccionamiento Barrio Maya en Cancún, donde tienen está hermosa devoción de propagar los méritos del Divino Niño.
Es por ello que las comunidades parroquiales, gremios, con la guía espiritual de sus respectivos párrocos realizan actividades, como la gran romería que consiste en hacer una peregrinación con carros engalanados o carrozas alegóricas a caballo o a pie que se dirigen al santuario o ermita dedicada a alguna advocación mariana o determinado santo patrono del lugar, situado en un algún paraje campestre o de montaña, aunque a veces no es necesario hacer el viaje, sino que la fiesta dure todo un día.
Sin embargo, por las medidas sanitarias que persisten por el Sars CoV–2, las actividades serán siguiendo las indicaciones del semáforo epidemiológico, para evitar la propagación del virus.