Por Anwar Tapias Lakatt
La Iglesia llama octava de Navidad a los días transcurridos la primera semana desde Navidad, considerando todos como una misma celebración festiva. Durante la semana se medita el Nacimiento de Cristo.
La idea de los 8 días, tiene su raíz bíblica en las celebraciones judías que duraban 8 días, como por ejemplo la fiesta de los Tabernáculos, que iba del día 15 al 22, es decir, por 8 días:
«Durante siete días ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. El día octavo tendréis reunión sagrada y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. Habrá asamblea solemne» (Lev 23, 36)
Las octavas estuvieron en la Iglesia desde el Siglo IV, llegando a proliferarse e incluso clasificarse para las diferentes celebraciones. Posterior a la Reforma litúrgica, sólo quedaron las octavas de Pascua y Navidad, para centrarnos en el Nacimiento y la Resurrección de Cristo.
El 25 apenas empieza Navidad, aunque muchos por ignorancia piensen que el 25 acaba, y ya se les pasa el «ambiente», quitan la decoración alusiva a la Navidad y ya como que andan esperando el cambio de calendario. Lo cierto es que la Octava nos ayuda a profundizar y vivir ese acontecimiento maravilloso del Nacimiento de Cristo.
La Octava va del 25 de diciembre al 1 de enero, en que se celebra María, madre de Dios. Y en dicha semana celebramos:
- 26 de diciembre: San Esteban
- 27 de diciembre: San Juan Evangelista
- 28 de diciembre: Santos Inocentes
- 30 de diciembre: Sagrada Familia
- 31 de diciembre: Papa San Silvestre
- 1 de enero: Solemnidad de la Maternidad divina de María.
Navidad no es día como cuando alguien cumple, que lo felicitan y le celebran ese día, y al día siguiente es un día más. La Octava nos invita a meditar toda la semana lo maravilloso del acontecimiento de que el Hijo de Dios nació y se encarnó en el seno virginal de María Santísima
Fíjense que San Lucas cuando narra el nacimiento (Lc 2), lo que expresa a continuación es la circuncisión de Jesús a los 8 días (verso 21), queriendo con esto si queremos verlo, una invitación a vivir esa semana como un mismo acontecimiento.