Konaté Hernández
CANCÚN.- Orar una prioridad para garantizar que la Pastoral de Comunicación Social de la Diócesis Cancún Chetumal, brinde su apoyo tan requerido para evangelizar a la comunidad, aseguró el párroco de la Iglesia del Espíritu Santo en Cancún, Raúl Rubén Díaz Hernández, sacerdote de la Orden Neo Catecumenal.
Apoyado por tres misioneras laicas comprometidas, un misionero de tiempo completo y tres familias de siete, seis y cinco hijos, en la Misión Familia del camino Neo Catecumenal, especificó.
Raúl Rubén Díaz Hernández, indicó que la iglesia es sede de “Misión Familia”, como forma de evangelización en el camino Neo Catecumenal, con tres familias, que hacen vida cristiana, con padres que transmiten la fe a sus hijos, como referencia de quienes viven en medio de la irregularidad, drogadicción, prostitución, alcoholismo, desintegración familiar. Celebra su fiesta patronal en la fecha variable de la Solemnidad de Pentecostés, suspendida el pasado 31 de mayo de 2020 por el confinamiento sanitario.
Le preocupa las dificultades de la gente absorbida por su trabajo, de ahí que estableció la pastoral para dar seguimiento a la sanación de vida, como parte de la misión: “como un campesino que al llegar a un sitio agreste, difícil donde no hay nada, salvo piedras, tierra, hierba, sin posibilidad de sembrar, que después de limpiar llega el segador para sembrar”. Los frutos llegan poco a poco, con sacerdotes que cosechan como dice la Escritura “el sembrador se alegra con el segador, al ir llorando y volver cantando, llevar las semillas, traer las gavillas”. Narcotraficantes que cambiaron de vida, mujeres dedicadas a la prostitución, adulterio, lograron poner su vida en orden, jóvenes heridos con muchas dificultades, a quienes se les brinda la oportunidad de abrir su alma, cambiar su vida, expresar su necesidad de dolor y sanación.
La salvación es complicada, pero se da de forma paulatina con la reintegración al tejido social. En este sentido es agradable ver la participación de la comunidad, que acude por amor, a dar un servicio incluso de mantenimiento a la iglesia para colaborar y sacar adelante las necesidades, desde luego su deseo de encontrarse con Dios. Esto porque hay gente que, sin profesar la fe católica, se acercan al ver el cambio en su familia que les llama la atención la forma de congregarse al celebrar la misa, el ambiente que viven, y constatar como el Señor los ayuda, a visualizar la resolución a sus problemas.
Como un racimo de uvas que al exprimir sale el jugo para el Cáliz, el trigo disperso por el campo, que cultivado, molido y consagrado es presencia agradable a Dios por obra del Espíritu Santo, al convertirse en el Cuerpo Místico de Cristo. Espera se den vocaciones no solo a la vida consagrada o presbiteral sino a la vocación matrimonial, con hijos convertidos en hombres de provecho para la sociedad, que en su humanidad vean lo complicado del trabajo, sin exigir a Dios que da lo que conviene a su Iglesia en un momento y un lugar determinado. Somos de Dios somos seres celestes, luchando contra la mundanidad, para establecer el Reino.
Ubicación e Historia
Surgió como capilla para brindar servicios litúrgicos, misas y actividades menores, como San Juan Evangelista. Elevada a cuasi parroquia en 2013, se consagró al Espíritu Santo, para registrar los servicios solicitados de los fieles en libros de la notaría u oficina parroquial de la iglesia. Ubicada en avenida los Tules, Supermanzana 247, Manzana 3, Lote 1 y 2, del fraccionamiento de Villas Otoch. Con apostolados de Renovación Carismática, Renovación Juvenil, del Camino Neo catecumenal, cinco coros, la Asociación Nacional Pro superación Personal (Anspac), Legión de María, entre otros y una participación en las actividades dominicales entre 500 a 600 personas, antes del confinamiento sanitario. Una población que varia entre 20 a 25 mil habitantes, viven en 5 mil casas con 4 a 5 personas por familia. Y un 50 a 70 por ciento profesa la religión católica.
El padre Raúl Rubén Díaz Hernández
Nació en Córdoba Veracruz, del matrimonio formado por Adalberto Díaz Jácome y Teresa Hernández Huerta. Recibió su formación en el Seminario Redentoris Mater, el cual se nutre con vocaciones surgidas del Camino Neo Catecumenal. Se ordenó sacerdote el 11 de junio de 2011 en la Arquidiócesis Primada de México. Desde el 2016, brinda atención espiritual a la comunidad.